martes, 22 de septiembre de 2009

Una y otra vez.

Hace unos días, reposando en mi habitación, rodeado de mi música, mis libros, mis propósitos futuros, mis piedras, mis gotas, mi guitarra, mi pequeño armario, sentí el placer infinito de dejar pasar las horas escuchando a este señor.

Me metí en su trompeta, en su voz sensual, en su cara aniñada, en su ropa, me sentí artista, me emocione tanto que aún no puedo dejar de escucharlo, de ver sus vídeos.

Al despertar cada día mientras hago mi zumite de naranja, por que me hacen falta vitaminas para afrontar todo lo que quiero hacer, lo escucho, y me paseo por mi ático, por mis plantas, la pantera negra suele estar tirada por algún rincón de la casa, de la terraza y siempre le digo, "escucha bichoto, cada día queda un día menos para subirme a algún sitio y hacer algo así", ella me mira de reojo, con esos ojazos marrones y........coge su pelota de tenis favorita, me ofrece el mayor de los divertimentos para ella, esta feliz.



Hoy empiezo mis clases de guitarra flamenca, me espera Isabelle y mis dos compañeros, este curso seremos solo tres, reducimos todo para aprender más y avanzar, eso es lo que quiero.

Mañana veré a Oriol, siempre tan sonriente, me dejará su mejor guitarra, tomaremos un café en su cocina y allí, volveremos, volveré a soñar con el día en que suba ahí.

De momento seguiré escuchando a este señor y por dios, voy a recuperar toda la música que un día deje escondida en mi dolor para que me acompañe a partir de hoy una y otra vez hasta el final de este viaje.

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